viernes, 25 de junio de 2010

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La realización interior es un proceso doloroso ("crecer duele" afirmé alguna vez a una amiga). Me siento una especie de Ícaro a quien en su deseo de alcanzar el Sol se le quemaron las alas (analogía con la que me refiero a alcanzar la iluminación interior).

Esta noche, estas últimas semanas... soy esa crisálida flotando en medio de un abismo... con larvas que emergen de mi corazón. No hay tristeza ni días negros... es sólo esta sensación de mutación hacia algo mejor pero que se siente como ir cruzando con los pies descalzos sobre un filoso alambre de un lado de un precipicio al otro... no sé... es una sensación extraña, pero que asumo con entereza si se trata de ser paciente porque allá del otro lado vendrán nuevos soles que en lugar de quemar iluminarán mi alma y mi razón.... sólo divago porque quería expresar como me siento. No sé si lo he logrado. En fin... la vida sigue pasando. Me retiro de la oficina, voy al mundo de afuera... a vivir.

2 comentarios:

  1. Definitivamente no puede ser expresado mejor... Así me siento hoy, ayer, hace días, es tan fuerte mi deseo de cambio que hoy eliminé todas las antiguas entradas en mi blog, con tal de mudar por completo para no arrastrar, residuos que puedan estropear este presente. Un saludo. Mañana me paso de nuevo para leerte, estoy fascinada.

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  2. YBag: Gracias por detenerte en este rincón del ciber espacio. Veo que logré comunicar mi sentir y me alegro por ello. Buen paso ese: el de eliminar las letras del pasado para sacudir el polvo de lo que ya fue... yo aún debo hacer algo parecido con mis otros blogs... Y bueno, existe en ti ese deseo, lo cual es genial... el deseo es un buen motor para andar por esos terrenos... te deseo éxito en tu travesía y si tus ojos vuelven a estacionarse por aquí, seguro nos leeremos de nuevo algún día. Saludos hasta donde te encuentres... y buena fortuna siempre.

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